Anteayer
Antonio Dávila García
Esos barrios escuetos
de oscuridad y barros,
inclinada pendiente
para llegar a casa.
La tasca bullanguera,
miasma de cigarros,
opaco vino recio
semillero de guasas.
Tahona calurosa, con
aroma a pan tierno,
quedó tan lejos todo
velado por los años.
Sueños rotos ocultos
en un rincón zanjados
Al viejo barrio amigo,
silencioso y tullido,
le lavaron la cara,
trocaron los tejados.
Lucen ya las aceras,
el ayer olvidado,
los amigos se fueron,
a un [...]
Antonio Dávila García
Esos barrios escuetos
de oscuridad y barros,
inclinada pendiente
para llegar a casa.
La tasca bullanguera,
miasma de cigarros,
opaco vino recio
semillero de guasas.
Tahona calurosa, con
aroma a pan tierno,
quedó tan lejos todo
velado por los años.
Sueños rotos ocultos
en un rincón zanjados
Al viejo barrio amigo,
silencioso y tullido,
le lavaron la cara,
trocaron los tejados.
Lucen ya las aceras,
el ayer olvidado,
los amigos se fueron,
a un lugar ignorado.